¿Es viable el aumento en la producción de energía nuclear en México?
Desde siglos atrás la “energía” ha sido considerada como un recurso prioritario para el desarrollo y el progreso de las sociedades, así como un bien fundamental imprescindible e inagotable para la Humanidad.
Sin embargo, la energía es también uno de los principales factores de agresión social y degradación del medio ambiente, pues su explotación, producción, transformación y uso son altamente contaminantes.
Por ejemplo, si bien desde la década de los cincuentas se percibió que la energía nuclear[i] podía ser una fuente energética más “limpia y menos dañina” que los combustibles fósiles para el abastecimiento energético de los países, sin duda alguna los primeros accidentes ocurridos en reactores nucleares de Canadá, Estados Unidos (Three Mile Island), Gran Bretaña y Suiza -entre los años de 1952 y 1979-[ii] donde acontecieron fugas peligrosas de uranio y sodio y fusiones nucleares con sus respectivas emisiones radioactivas, denotaron que la transición energética por la vía nuclear no era la más correcta.
Mucho más grave fue la catástrofe nuclear de Chernobyl (1986)[iii], como consecuencia de una prueba de rendimiento del reactor que se hizo por debajo de las medidas de seguridad recomendadas, la cual, produjo una explosión que liberó material radiactivo a la atmósfera que se esparció desde Ucrania hacia Europa occidental, alcanzando incluso los Estados Unidos y Canadá. La nube radioactiva abarcaba miles de kilómetros cuadrados, y las consecuencias del accidente aún persisten hoy día, aunque fueron devastadoras en su momento tanto para el medio ambiente global (atmósfera, ríos, océanos, bosques, selvas, biodiversidad, etc.) como para las comunidades humanas.
Veinticinco años después ocurre otro accidente de impacto transfronterizo en Fukushima, Japón (2011)[iv], en donde tras el terremoto y tsunami que sacudieron a la isla nipona, se generaron fuertes reacciones nucleares luego de que los sistemas de refrigeración del núcleo del reactor dejarán de funcionar, provocando la inminente liberación de partículas radioactivas a la atmósfera, la filtración al subsuelo continental, y un fenómeno devastador para la biodiversidad: la mutación en mariposas de la especie “Zizeeria”, una especie muy común en Japón, las cuales son consideraras generalmente como «indicadores medioambientales» muy útiles, al contar con unas alas cuyo patrón cromático es muy sensible a los cambios en el ambiente.[v]
Estos lamentables acontecimientos –que se han posicionado en los niveles 5 y 7 de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares[vi] (siendo 7 el nivel de mayor peligrosidad)-, han demostrado que ni los países con mayor y mejor tecnología del mundo (Japón, EUA, etc.) pueden contener las emisiones radiactivas y/o las fusiones nucleares, por más elevados estándares de seguridad con los que cuente una planta o reactor, y, aunado al problema de la generación y disposición de los residuos radiactivos, que representa una amenaza latente para la naturaleza y la población pues no tiene una solución eficiente a largo plazo que sea rentable y segura[vii], es claro percibir y concluir que la energía nuclear no es la más viable[viii], en sustitución de los hidrocarburos.
En este sentido, considero grave que la Secretaría de Energía (SENER) recientemente haya comunicado durante la inauguración del XXIII Congreso Anual de la Sociedad Nuclear Mexicana «Perspectiva y Desarrollo de la Energía Nuclear después de Fukushima»[ix], que aumentará el porcentaje de generación de energía nuclear –de 3.5% a 6.6%- en un lapso de quince años, para hacer frente al cambio climático como si fuera una alternativa viable, sostenible y limpia.
Actualmente sólo tenemos una planta nuclear en México, la nucleoeléctrica “Laguna Verde”, en el Estado de Veracruz, que inició operaciones en 1990, y la cual cuenta con dos unidades de generación de casi 683 megawatts de capacidad.[x] No obstante, cinco meses antes de su inauguración, se descargaron ilegal e irresponsablemente 130mil litros de agua radioactiva del reactor en un cuerpo de agua cercano a la Laguna, y trece días después de su inauguración se escapó vapor radiactivo debido a una fisura en la tubería de circulación principal.
Aunado a ello, en 1999 se documentaron incidentes en los sistemas de refrigeración de la planta nuclear que pudieron llevar a una catástrofe regional como las acontecidas en otros país décadas atrás; posteriormente en el 2008, la asociación ecologista Greenpeace[xi] dio a conocer 108 casos de cáncer con 38 fallecimientos en el municipio de Vega de Alatorre, ubicado a 48 kilómetros de la planta, como consecuencia de la liberación al ambiente de partículas radioactivas; en esa misma época la Secretaría de Salud señaló: que Veracruz ocupaba el primer lugar en incidencia de cáncer infantil a nivel nacional, confirmando la presencia de radionúclidos de cesio -sustancia tóxica que propicia el desarrollo del cáncer- en lagunas de la entidad, sin que la nucleoeléctrica se haya hecho responsable de las externalidades causadas ni mucho menos de las indemnizaciones a los habitantes afectados.[xii]
Por si esto fuera poco, en el año 2010, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) solicitó recursos a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para rehabilitar el equipo radiológico de Laguna Verde, pues éste tenía catorce años de antigüedad, se encontraba dañado y en condiciones de inseguridad, de modo que Laguna Verde no opera de manera efectiva y segura.
Considerando lo antes expuesto es fácil notar que la industria nuclear en México[xiii] tiene enormes riesgos para la salud de los humanos, especialmente para los pobladores aledaños a los reactores, que tienen una alta exposición a la radiación emitida por el funcionamiento de las plantas, además del daño irreversible que se genera al medio ambiente.[xiv]
Por consiguiente, el panorama que plantea la SENER dentro de la Estrategia Nacional de Energía (ENE) 2012-2026[xv] -que recientemente envió al Congreso de la Unión para su aprobación- no es nada alentador en cuanto a la proyección del incremento en la generación de energía nuclear, por las amenazas y riesgos que ésta conlleva, más aún en un país como México que está expuesto a sismos permanentes y que no está preparado para enfrentar una catástrofe nuclear como la ocurrida en Japón.
Si bien la ENE plantea un incremento de 35% en la generación de energía por medio de fuentes renovables en los próximos quince años, es un hecho que la energía nuclear no es la opción más económica ni la solución más viable, limpia y sostenible para el abastecimiento energético del país.
Ante tal situación, firmemente manifiesto que es inminente el cambio de modelo hacia una matriz energética que opere con recursos 100% renovables, aprovechando las características fisiogeográficas de nuestro país con las que podemos explotar la energía solar -gracias a la irradiación anual que recibe México que es de 6.16kWh/m2/día-, o aquella proveniente del viento, ya que el potencial de la energía eólica de nuestro país alcanza los 10,000 MW, lo que equivaldría a generar el 14% de la energía nacional con este recurso, entre otras fuentes limpias, en lugar de apostarle a la energía nuclear.
En conclusión, como Mexican@s y Ciudadan@s de este país debemos exhortar por todos los medios a la SENER: a que remplace o sustituya la meta de incrementar en 6.6% la generación de energía nuclear, distribuyendo ese porcentaje de aumento en la mayor participación de otras fuentes renovables y limpias como la geotérmica, mareomotriz, eólica o solar, y con ello fomentemos y gestemos corresponsablemente la seguridad energética del país, mediante un desarrollo energético sustentable.
Bibliografía
[iv] http://www.greenpeace.org/argentina/es/campanas/nuclear/Fukushima/
http://www.eluniversal.com.mx/articulos/71913.html
[v] “Radiación en Fukushima provoca mutación en mariposas”. Diario Milenio. 14-Ago-2012.
http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/cb778c2c7559c120a6916f7c44dfeea1
[vi] Escala INES: http://www.csn.es/index.php?option=com_content&view=article&id=15925&Itemid=725?=es
[vii] “El problema de la energía nuclear en Alemania”. No-proliferación para la seguridad global. 26-Abril-2012.
[viii] “El Partido Verde Europeo manifiesta que la energía nuclear no es segura”.
http://www.buscalogratis.com/ecologia-partido-verde-europeo-la-energia-nuclear-no-es-segura.htm
[x] Energía nuclear en México. CFE.
http://www.cie.unam.mx/~rbb/Lic/nuclear/fernandez_de_la_garza.pdf
[xi] “Análisis de la Energía nuclear en México”. Greenpeace México.
[xii] “Casos de cáncer de Laguna Verde confirmar que la planta debe cerrar”. PVEM. 29-Julio-2011.
[xiii] Arellano G., Juan. “Energía nuclear y calentamiento global: una perspectiva basada en riesgos”. 24-Mayo-2007. http://academiadeingenieriademexico.mx/archivos/coloquios/2/Energia%20nuclear%20y%20calentamiento%20global%20una%20perspectiva%20basada%20en%20riesgos.pdf
[xv] “Estrategia Nacional de Energía 2012-2026”, SENER.
http://www.sener.gob.mx/res/PE_y_DT/pub/2012/ENE_2012_2026.pdf