Un equipo de científicos encabezados por la Universidad de Princeton, ha logrado un aumento impresionante del 47 por ciento en la generación de electricidad a partir de celdas solares flexible de plástico, logrando la textura de la superficie para imitar las arrugas de una hoja típica.
El enfoque de la biomimética se ha traducido en una solución elegante, a bajo costo, y a base de celdas solares de polímeros, que son relativamente baratos de fabricar, sin la eficiencia de las típicas celdas solares de silicio.
El apoyo de la Armada y la Fuerza Aérea en la investigación
A estas alturas no debería ser una sorpresa que la Marina y Fuerza Aérea de los EE.UU. han proporcionado fondos para el apoyo de la investigación de Princeton, ya que el Departamento de Defensa ha estado cambiando sus fuentes de combustible por energía solar y otros tipos de energías confiables comparada con los combustibles fósiles.
La National Science Foundation y la Universidad de Pensilvania, también contribuyeron a la investigación.
La eficiencia de las celdas solares de plástico va en aumento
Las celdas solares de polímero (conocido como plástico) por sí solas son muy ineficientes en comparación con las células de silicio, pero se compensan con la flexibilidad, durabilidad y peso ligero, sobre todo, los costos de fabricación bajos.
Ultimamente, la eficiencia de polímeros de celdas solares, se ha estado acercando al nivel de viabilidad comercial.
En un nuevo desarrollo, un equipo de la Universidad de Californa de los Ángeles, logró un 10,6 por ciento de eficiencia, poniéndolo dentro del rango deseado del 10-15 por ciento.
El equipo utilizó un laboratorio de ingeniería aeroespacial para desarrollar una técnica para la introducción de diferentes niveles de estrés de una capa de adhesivo líquido fotográfico.
Un ajuste más, y la tecnología podría hacer al respecto. De acuerdo con el equipo de Princeton, su solución de biomimetismo se podría aplicar a casi cualquier tipo de celda solar de plástico.