Un investigador en el MIT, descubrió una manera para que todo el mundo pueda producir electricidad a partir de recortes de la hierba.
De acuerdo con Andreas Mershin, Investigador Asociado en el Centro del MIT para «Bits and Atoms», los residuos agrícolas, tales como hojas secas y los cortes de pasto tienen la capacidad de hacer algo que nunca se hubieran imaginado: producir electricidad.
En los próximos años, usted será capaz de tirar los cortes de hierba en una bolsa con algunas sustancias químicas y crear una mezcla de producción de energía.
Su descubrimiento se basa en el concepto de energía que usted probablemente haya aprendido en alguna clase de biología: la fotosíntesis.
Para refrescar su memoria, la fotosíntesis es cuando las plantas crean la energía a partir de la luz solar. Durante este proceso, convierten la energía luminosa en energía química.
Mershin comenzó apuntando a la clorofila. Consciente de que la clorofila es la proteína responsable de convertir los fotones en una corriente de electrones, descubierto un proceso que tira las moléculas de la fotosíntesis a partir de materia vegetal.
A continuación, reunió a estas moléculas recién estabilizadas y llenas de clorofila, con paneles recubiertos a base de vidrio.
Estos seres particulares están cubiertos por el dióxido de titanio (con esponja características similares) y nanocables compuestos de óxido de zinc.
Una vez que la luz del sol abraza estos paneles solares especializados, se absorbe y se convierte en electricidad.
Por último, la electricidad recién nacida es transportado por los nanocables.
El descubrimiento de Mershin, que ha desacrito como “electric nanoforest», no está exento de desafíos. El registro de un 0,1 por ciento en la escala de eficiencia, está muy por debajo del requisito mínimo de 1,0 a 2,0 por ciento para ser práctico.